• Misa exequial, este viernes, a las 16 horas, presidida por el Arzobispo, en La Asunción de Nuestra Señora de Oliva

El sacerdote valenciano Antonio Mestre Sanchis, natural de Oliva y que fue durante 24 años catedrático de Historia Moderna en las Universidades de Alicante y Valencia, falleció ayer a los 90 años de edad.

La misa exequial por su eterno descanso tendrá lugar hoy, viernes, a las 16 horas, presidida por el Arzobispo de Valencia, monseñor Enrique Benavent, en la iglesia parroquial La Asunción de Nuestra Señora de Oliva, donde será instalada a las 14 horas la Capilla Ardiente. Tras la misa exequial, será inhumado en el Cementerio de su pueblo natal de Oliva.

Antonio Mestre Sanchis recibió la ordenación sacerdotal en Valencia en 1956 y estuvo como encargado en la parroquia de San Bartolomé Apóstol de Campo de Mirra y fue párroco de  San Cristóbal en La Cañada de Alicante.

Como superior en el Seminario Metropolitano de Moncada, marchó a estudiar Historia Eclesiástica en la Pontificia Universidad Gregoriana de Roma, donde obtuvo el doctorado en 1966 con una tesis titulada: “Ilustración y reforma de la Iglesia. Pensamiento político religioso de don Gregorio Mayans y Siscar (1699-1781)”.

En 1970 se doctoró en Filosofía y Letras (Sección Historia) por la Universidad de Valencia, con la tesis titulada: “Historia, fueros y nacionalismo”. Fue catedrático de Historia Moderna en la Universidad de Alicante desde 1979 a 1986, año en el que pasó a regentar dicha cátedra en la Universidad de Valencia, hasta su jubilación en 2003. Durante todo este tiempo, hasta su jubilación, fue capellán de las Esclavas de María Inmaculada de Valencia.

Autor de más de 60 libros y un inmenso número de artículos, su investigación se ha centrado preferentemente en la figura del ilustrado valenciano Gregorio Mayans y Siscar, y de otros destacados representantes de la Ilustración valenciana, como Manuel Martí,  Francisco Pérez Bayer, Vicente Blasco, Juan Andrés o Francisco Cerdá y Rico, a los que estudió en su dimensión tanto cultural como religiosa.

Recibió el Premio Nacional Menéndez y Pelayo de investigación histórica (1968) y la Alta Distinción de la Generalitat Valencia al Mérito Cultural (1999). Era Académico Correspondiente de la Real Academia de la Historia, así como de la Reial Acadèmia de Bones Lletres de Barcelona, además de miembro de diversas instituciones culturales.