“Ayer tuvimos la alegría de recibir la bendición pascual de manos del Papa Francisco y lo vimos entre el Pueblo de Dios celebrando la Resurrección de Jesucristo.
Esta mañana hemos conocido con sorpresa la noticia de su fallecimiento. Su misión aquí en la tierra ha terminado y ha sido llamado a la Casa del Padre.
En estos momentos sentimos la tristeza que sienten los hijos cuando desaparece el padre, el sentimiento de un gran vacío. También sentimos la esperanza porque sabemos que Cristo ha resucitado y estamos celebrando su resurrección y que, por tanto, se nos han abierto las puertas de la vida eterna.
Por eso, junto a la tristeza nuestro sentimiento en estos momentos es de esperanza y de gratitud por la entrega generosa durante más de doce años a la Iglesia.
En estos momentos debemos acoger también su mensaje, su testamento, él ha querido una Iglesia abierta, una Iglesia con un corazón misericordioso para que nadie se sienta condenado por ella y todos se sientan acogidos y de esta manera poder llegar a encontrarse con el Señor. Descanse en paz el papa Francisco.”