• La misa solemne, la tradicional procesión y la inauguración de la nueva iluminación ornamental del Ayuntamiento y la Basílica de El Salvador, han marcado una jornada multitudinaria en honor a la patrona de la capital de la Plana Baixa

Burriana ha vivido este lunes uno de los días más solemnes y emotivos en honor a su patrona, la Mare de Déu de la Misericòrdia. La jornada, que ha reunido a cientos de vecinos, ha estado marcada por la misa solemne de la mañana y por la tradicional procesión de la tarde, dos actos centrales que han puesto de manifiesto la devoción de la capital de la Plana Baixa hacia su patrona.

La mañana ha arrancado con la celebración de la misa solemne en la basílica de El Salvador, que se ha visto abarrotada de fieles. A la ceremonia han asistido el alcalde de Burriana, Jorge Monferrer, las Reinas Falleras de 2025, Claudia Sabater y Valeria Cuadros, el secretario autonómico de Agricultura, Vicente Tejedo, la concejala de Fiestas, Paloma Boix, y la Bellea del Foc de Alicante, Adriana Vico, además de una nutrida representación municipal y de las cofradías locales.

Ya por la tarde la Virgen de la Misericòrdia ha salido en procesión por las principales calles del centro histórico. La imagen, portada a hombros, ha estado acompañada por autoridades, comisiones falleras y centenares de burrianenses que han querido rendirle homenaje. La Agrupació Filharmònica Borrianenca ha puesto música al desfile, que este año ha incluido como novedad la inauguración de la nueva iluminación del Ayuntamiento y de la basílica de El Salvador, coincidiendo con la llegada de la patrona a la Plaza Mayor. La procesión ha finalizado con la entrada solemne de la Virgen en la basílica y un espectáculo pirotécnico.

Esta nueva iluminación forma parte de la campaña “Burriana Reluce”, impulsada por el Ayuntamiento bajo el lema “Iluminar el pasado, mirando al futuro”. El proyecto persigue, además de modernizar el alumbrado público de la ciudad y optimizar el consumo energético y la eficiencia en todo el municipio, embellecer el casco histórico y poner en valor los edificios públicos e históricos de la capital de la Plana Baixa, mediante una iluminación ornamental que refuerza el atractivo patrimonial de Burriana.

Ambos actos, multitudinarios y cargados de simbolismo, han vuelto a poner de relieve el arraigo de la devoción a la Mare de Déu de la Misericòrdia y han marcado el punto culminante de once días de fiestas. El cierre oficial tendrá lugar el próximo sábado, con la Batalla de Flores, el paiporta y el castillo de fuegos artificiales desde el río, que pondrán fin a unas jornadas festivas que han llenado de tradición y emoción a la capital de la Plana Baixa.