Juanfran Pérez Llorca, durante su intervención en el pleno de investidura. Biel Aliño | EFE
Llorca se convierte en el octavo president de la Generalitat. 

La sesión de investidura celebrada durante la jornada de hoy en Les Corts ha culminado, sin demasiadas sorpresas, con la elección de Juanfran Pérez Llorca como nuevo president de la Generalitat Valenciana, gracias a los votos favorables del Partido Popular y de Vox. La votación consolida la continuidad del proyecto político iniciado en 2023, tras la dimisión de Carlos Mazón, y abre una nueva etapa marcada por el entendimiento entre las dos formaciones de derechas que sostienen la mayoría parlamentaria.

Durante su primera intervención, Pérez Llorca ha defendido la “estabilidad institucional” y la “necesidad de mantener el rumbo del anterior Consell”, situando como prioridades la aceleración de la reconstrucción tras la DANA, la protección del sector primario y el control migratorio.

El ya president de la Generalitat ha incidido en materias como la simplificación administrativa, la reforma fiscal orientada a aliviar la carga de familias y autónomos, y nuevas medidas en sanidad y educación, como la creación de puntos de atención urgente en municipios grandes o la gratuidad del primer curso universitario para quienes aprueben todas las asignaturas.

También ha remarcado su voluntad de “proteger al campo valenciano”, situando el Pacto Verde europeo y la competencia agrícola exterior como desafíos centrales, en una clara mano tendida al posicionamiento de Vox, que, tras la votación, ha escenificado una mano tendida al PP para afianzar la legislatura.

La oposición, sin embargo, mantiene el tono duro del último año tras la DANA. El PSPV-PSOE, a través de su síndic José Muñoz, ha cuestionado la dependencia del nuevo gobierno respecto a Vox y ha pedido claridad en la composición del futuro Consell, especialmente en áreas sensibles como emergencias o reconstrucción. También ha instado a convocar elecciones para que la ciudadanía “decida libremente el rumbo político de la Comunitat Valenciana”.

En la misma línea, el síndic de Compromís, Joan Baldoví, ha alertado de que el PP “acaba sucumbiendo a las exigencias de la extrema derecha” y ha advertido de que la investidura supondrá “la continuidad del modelo Mazón”. Baldoví ha defendido que la solución pasa por “devolver la voz a los valencianos” y no por un president elegido “en despachos de Madrid”.

Con la investidura consumada, Pérez Llorca deberá ahora conformar su nuevo Consell y encarar una legislatura en la que el debate sobre la influencia de Vox, la gestión de la reconstrucción y la política económica marcarán buena parte de la agenda política valenciana.