- Los festejos, que se celebran cada cinco años, no pudieron realizarse en 2020 por la pandemia
El cardenal arzobispo de Valencia, Antonio Cañizares, ha presidido en Tuéjar, la misa mayor en honor a la Purísima Concepción, patrona de la población, y la tradicional “rodà de la bandera” en la Plaza Mayor, actos de las “fiestas gordas” que la localidad valenciana celebra este mes, dos años después de lo previsto, a causa de la pandemia.
Las “fiestas gordas” de Tuéjar, de Interés Turístico Autonómico de la Comunitat Valenciana, se celebran cada cinco años, en los años terminados en 0 y en 5. Las últimas fueron en 2015 -con la participación del cardenal Cañizares, que también estuvo en las de 2010- y las siguientes tendrían que haberse celebrado en 2020 pero fueron suspendidas por la pandemia.
Este martes 16 de agosto, tras oficiar en la parroquia de Nuestra Señora de los Ángeles la misa mayor en honor a la Purísima, ofrecida por los clavarios que organizan las fiestas, el Arzobispo presenció, en la Plaza Mayor, el tradicional acto de la “rodà de la bandera” a cargo del abanderado Javier Marín, ha indicado Carlos Camallonga, párroco de Tuéjar.
La “rodà” es una exhibición acrobática consistente en girar una bandera de grandes dimensiones alrededor del cuello, la cintura y las piernas, mirando hacia la parroquia, donde se encuentra la imagen de la Purísima, a quien se dedican las fiestas y este acto.
Igualmente, el 15 de agosto, día dedicado a la Purísima en estas “fiestas gordas”, después de la misa mayor se realizó la “rodà de la bandera” y por la tarde, la representación del auto sacramental llamado “Entramoro”, en la Plaza Mayor, por una vecinos de la población.
La imagen sólo sale de su ermita cada cinco años
Durante estas fiestas, que comenzaron el pasado 5 de agosto, se han celebrado, los días 8, 9, 11, 12 y 14, los tradicionales “paseos de la Virgen” por las calles del pueblo para que la imagen, que sólo sale de su ermita cada cinco años, pueda visitar toda la población.
En estos paseos “que duran entre dos y tres horas, la imagen de la patrona no se deja ni una calle por visitar”, destaca el párroco.
Además, en el último paseo, el pasado domingo, el recorrido finalizó en el cementerio “donde la imagen no iba desde el año 1990, pero quisimos hacer este gesto especial en recuerdo de todas las personas fallecidas por la pandemia ya que muchas tuvieron la ilusión de verla en 2020 y no pudieron por la crisis sanitaria”, ha explicado.
Las fiestas finalizarán el domingo, 21 de agosto, por la tarde con la bajada en procesión de la imagen de la Purísima desde la iglesia de Nuestra Señora de los Ángeles hasta su ermita, donde se venera todo el año, y una nueva representación del “Entramoro”, en la Cooperativa, para finalizar los actos.