Diríase que todo El Campello y muchísimos visitantes se dieron cita en la tarde-noche de ayer para asistir a las primeras de las entradas de las fiestas de Moros y Cristianos de El Campello, la que encabezaba el bando cristiano y acababa con las figuras de los capitanes moros.

Sillas llenas, gradas a rebosar, y cientos de personas de pie contemplando el desfilar de capitanías y comparsas que, majestuosas, mostraban lo  mejor de sí mismas, con extraordinarias vestimentas, unos maquillajes que sin duda llevarían horas en completar, y un ritmo al son de bandas y megafonía en algunos casos que contagiaba a los espectadores.

Más de cuatro horas de espectáculo ante el que propios y extraños aplaudían mientras los festeros, con cara de felicidad suprema, se mantenían atentos a las coreografías y a respetar los pasos ensayados que dan, si cabe, mayor espectacularidad al acto.

La entrada recibió a miles de visitantes, entre ellos autoridades llegada de varios municipios de la comarca y de la capital, que compartieron grada oficial con las autoridades locales. Dirigentes de PP, PSPV, Vox, Cs y Compromís ejercían de anfitriones y explicaban a sus invitados el desarrollo del acto, el orden del desfile y el significado de los boatos.

Y esta tarde se repetirá la entrada, pero en orden inverso, pues se escenificará que el bando cristiano se ha impuesto a las tropas sarracenas y la plaza de El Campello ha sido reconquistada.