• Aunque no existía peligro inminente se activó un protocolo de seguridad para evacuar a los usuarios si la situación se complicaba

El sanatorio San Francisco de Borja de la Fundación Fontilles, que atiende a personas dependientes y enfermos crónicos en la Vall de Laguar, en la comarca alicantina de la Marina Alta, vivió ayer una jornada de “tensa calma” ante la cercanía del incendio de la Vall d’Ebo y la posibilidad de un desalojo preventivo de los usuarios que, finalmente, no tuvo que realizarse ya que la lluvia impidió que la situación se complicara.

En el sanatorio de Fontilles en la Vall de Laguar amanecieron ayer “con una situación tensa, porque sabíamos que el fuego estaba cerca, pero con la tranquilidad que nos trasladaban los bomberos al asegurar que no había peligro, y en comunicación constante con la Generalitat Valenciana y el Centro de Coordinación de Emergencias por parte de la dirección del centro sanitario”, precisan desde la Fundación valenciana que desde 1902 trabaja por la salud y el bienestar de colectivos vulnerables.

En este complejo sanitario “hay personas con movilidad reducida y pacientes con distintas enfermedades, son personas muy vulnerables y son nuestra prioridad, por eso en todo momento les trasladamos mensajes de calma y tranquilidad, puesto que no existía peligro, tal como nos confirmaban bomberos y autoridades, y estuvimos en contacto directo con los familiares para informarles”.

“Vivimos aquellas horas con mucha impotencia por ver cómo se destruía un paraje natural de tanto valor y pensando en las personas desalojadas y su miedo, pero también con la tranquilidad de que el fuego no arrasó ningún núcleo de población afectado”.

Al igual que otras zonas cercanas al incendio, “los bomberos nos dieron aviso de un posible desalojo del sanatorio, si la situación empeoraba. Por ello, nos pusimos en contacto con todos los familiares de nuestros usuarios para explicarles la situación y trasladarles la posibilidad de recoger a sus familiares y llevarlos a sus casas, para mayor tranquilidad de ellos y también para facilitar el desalojo, si se llegaba a realizar”.

A mediodía llegaron al sanatorio autobuses de la Unidad Militar de Emergencias (UME) para tener preparado un dispositivo de desalojo de los usuarios, con la colaboración de Guardia Civil y Bomberos. Pero “afortunadamente por la tarde llegó la lluvia y también la calma, y efectivamente no fue necesario el desalojo”, subrayan desde Fontilles.

De las 144 personas usuarias de su sanatorio, 40 fueron recogidas ayer por sus familias y permanecen en sus hogares a la espera de que la situación se estabilice y vuelva la normalidad, como parece que podría suceder hoy, jornada en la que una dotación de bomberos ha asegurado la zona controlando que no haya conatos de fuego. 

Construido en 1909, el sanatorio San Francisco de Borja ha atendido a lo largo de sus 113 años de historia a tres mil personas afectadas por la enfermedad de la lepra. En la actualidad, el complejo alberga el Hospital Ferris, centro hospitalario de media y larga estancia, y el centro geriátrico Borja, especializado en la atención de personas mayores con algún grado de dependencia.

📸 Fundación Fontilles