La acción artística inédita aúna cerámica, música y poesía para elevar la mirada y romper inercias
L’Escola d’Art i Superior de Disseny de Castelló (EASD Castelló) ha celebrado esta mañana la Inauguración del nuevo curso 2025-2026 fuera de las aulas. El escenario escogido ha sido el Auditori i Palau de Congressos de Castelló donde se han dado cita un amplio público entre alumnado, profesorado, autoridades y personas vinculadas al arte y al diseño. Y es que el lema de este año ya daba una pista: “Todo lo que pesa se hunde. Lo que importa nos eleva”. L’EASD Castelló inicia así un nuevo curso con una invitación a la reflexión y la experimentación, celebrando la unión entre la cerámica tradicional y las artes escénicas contemporáneas, entre la materia y la emoción, entre la gravedad y el vuelo.
Al acto han asistido la directora general del ISEACV, Fani Blanch, el director de la EASD Castelló, David Marqués, y la alcaldesa de Castelló, Begoña Carrasco, encargados de abrir la jornada con los parlamentos institucionales y quienes han coincidido en destacar el papel transformador del diseño y la educación artística en la sociedad contemporánea.
A continuación, y como ya es tradición, ha tenido lugar la entrega de distinciones a los mejores expedientes académicos y al reconocimiento a estudiantes destacados en las distintas especialidades de diseño del curso pasado.
Como todos los años la escuela ha preparado un acto donde no ha faltado la reflexión. En esta ocasión el propósito era abrir el centro a la ingravidez. Bajo este concepto, “Ingràvid”, el artista y ceramista Carlos Llavata ha desarrollado una performance inédita en el exterior del Auditori. Una acción efímera y poderosa, donde la materia y el gesto, el barro y el fuego, el peso y la levedad, se entrelazan en una experiencia colectiva que trasciende la frontera entre artes visuales, cerámica, música y poesía.
En esta intervención, Llavata ha contado con la colaboración del reconocido ceramista valenciano Pepe Royo, con quien ha modelado una pieza cerámica de más de tres metros de altura. Juntos han dado forma a una obra concebida como un organismo vivo, en permanente tensión entre la creación y la destrucción, la solidez y la volatilidad.

La performance ha finalizado en un gesto de transformación, donde la pieza ha sido devuelta al aire y al sonido en un acto catártico en el que han intervenido el propio artista, el cuarteto de metal y el piano a cuatro manos del Conservatori Superior de Música Salvador Seguí de Castelló, junto con la voz y la palabra del poeta Ángel Benedicte, que acompañaba la acción con un texto creado especialmente para la ocasión, componiendo juntos una sinfonía de tierra, aire y sonido.
“Esta propuesta, arriesgada, poética y profundamente contemporánea, busca despertar la mirada del alumnado, invitarle a romper inercias y cuestionar lo establecido. Porque aprender arte y diseño es, también, atreverse a soltar peso, a explorar lo desconocido, a dejarse elevar por lo que todavía no tiene forma”, explican fuentes del centro.
La inauguración ha estado acompañada por una cuidada propuesta musical: el piano a cuatro manos del Conservatori Superior de Música Salvador Seguí de Castelló que ha abierto el acto con una pieza interpretada en el interior del Auditori, mientras que el quintet de metall ha despedido al público guiándolo hacia el exterior, donde aguardaba la acción central de la jornada.