• Del 12 al 15 de septiembre, los madrileños Tarambana Espectáculos regresan al teatro de Ruzafa dentro de la programación especial ‘Alcem el Teló’ y como muestra de la potente selección de piezas nacionales que protagonizará el primer trimestre de la tempo

Sala Russafa ha optado por el humor y el ‘arroz con cosas’ para la programación especial ‘Alcem el teló’ que cada temporada marca su arranque de actividad tras el verano. Vuelve Paella, la comedia de la formación madrileña Tarambana Espectáculos, Premio Mejor Intérprete Femenina, Mejor Dirección y Premio del Público al Mejor Espectáculo en Indifest (2023), Festival de Teatro y Danza Independiente de Santander. Del 12 al 15 de septiembre regresa al teatro de Russafa esta propuesta que hizo las delicias (y no precisamente por el divertido atentado gastronómico que cometen los actores durante la representación) de los espectadores en mayo del pasado año, así como durante la gira nacional y el mes de representación que recientemente ha realizado en el Teatro Fernando Fernán Gómez de Madrid, agotando las localidades en gran parte de las funciones.

Desde el teatro justifican haber escogido esta pieza porque ejemplifica el tipo de calidad y a las formaciones de mediano formato que caracterizan su ‘Ciclo de Compañías Nacionales’, que esta temporada celebra la XIV edición y que protagonizará el primer trimestre de la temporada, hasta noviembre. “En esta programación reunimos espectáculos y creadores que nos parecen excelentes, pero que rara vez tienen ocasión de exhibir su trabajo en la cartelera valenciana. Paella los representa porque es una obra brillante, arriesgada, fantásticamente interpretada. Y una dosis de humor que necesitamos con urgencia todo el sector para arrancar una temporada que se presenta complicada”, explica Juan Carlos Garés, director de Sala Russafa.

En sus 1.200 metros cuadrados, este contenedor cultural aloja un centro de creación, formación y exhibición de artes escénicas que nació de la mano de la compañía Arden, quien lo gestiona desde 2011. “La faceta como espacio de producción la vamos a tener un poco más difícil. Aquí solemos desarrollar todo el proceso de puesta en pie de nuestros espectáculos y de las coproducciones que hacemos con la sala para navidades. Pero la convocatoria de ayudas para compañías valencianas del IVC correspondiente a 2024 se ha resuelto nueve meses después del arranque del año, haciendo tambalear la viabilidad de trabajos ya creados y estrenados en este mismo ejercicio, para los que optábamos a una ayuda. Esto mismo les ha pasado a muchos otros compañeros, porque los calendarios y las condiciones de trabajo son totalmente discordantes con la realidad. Las inversiones institucionales están dificultando tremendamente una actividad normal para la escena valenciana”, denuncian desde Sala Russafa.

“Pero casi diría que es un mal nacional, no solo de la Comunidad Valenciana. Se cuestiona constantemente la inversión en producción escénica, cuando los incentivos para la de otros sectores productivos se ven como algo perfectamente natural”, explica Garés, quien pone como ejemplos la automoción o la agricultura. “Es desalentador como cada año, en cada convocatoria, has de estar pasando un constante examen a tu capacidad y solvencia como productora de espectáculos. Da igual tu trayectoria, los méritos profesionales que tengas, siempre has de estar justificando tus credenciales para merecer la inversión y poner en pie un proyecto artístico y empresarial ante criterios que van cambiando”, explica el director de Sala Russafa, intérprete desde hace más de cuatro décadas y socio fundador de la compañía de teatro Arden, que esta temporada celebrará su 30 aniversario.

Ante el discreto apoyo recibido desde las instituciones nacionales, autonómicas y locales correspondientes, el equipo de Sala Russafa y Arden se refugia en la pasión por su trabajo, así como en la oportunidad que ofrecen las artes escénicas de estimular pensamiento y emociones. Es el caso concreto del espectáculo Paella, que vuelve a Sala Russafa para invitar a los espectadores a disfrutar de una risa terapéutica y de una creatividad que despierta tanto la imaginación y el pensamiento crítico, como las papilas gustativas.

DESIGUALDAD, CALABACÍN, VINO, UNA COMIDA DE TRABAJO Y UNA CRISIS MATRIMONIAL ENTRE LOS INGREDIENTES DE PAELLA, UN DIVERTIDO ATENTADO GASTRONÓMICO

Salteando cabaré, happening, un texto lleno de juegos, referencias al mundo del teatro y muchísimo humor, los madrileños Tarambana Espectáculos han preparado el sofrito de Paella, un espectáculo atrevido, divertido y sorprendente, que se cuece en cada función al ritmo del ‘arroz con cosas’ que sus protagonistas van preparando sobre el escenario.

David Fernández ‘Fabu’ es el autor y coprotagonista, junto a Nerea Moreno, de esta comedia cuyo germen nació en pleno confinamiento, cuando el dramaturgo y actor se dio cuenta de que, a pesar de los pesares, siempre podría seguir haciendo lo que más le gustaba en el mundo, teatro, aunque solo fuera en su cabeza.

Pero la historia saltó de sus neuronas al escenario, con dirección de Víctor Velasco. Y ha cosechado reconocimientos en certámenes, el apoyo de la crítica, así como la complicidad del público. “La respuesta de los espectadores es brutal, oyes comentarios durante la representación, sus risas, y ves cómo se echan las manos a la cabeza, sobre todo cuando estuvimos en Sala Russafa. ¡Los valencianos se lo toman muy a pecho!”, comenta divertido el creador, defendiendo que a muchos les gusta cuando la prueban al final de la función.

Paella cuenta la historia de un matrimonio, Amparo y Federico. Ambos trabajan en la misma empresa, él en un puesto de mayor remuneración. Como desean seguir su ascenso social, invitan a una comida a sus compañeros para presentarles, mientras cocinan y en un ambiente informal, un proyecto que él ha creado. El problema es que es un antihéroe lleno de mediocridades y se inventa una receta absurda, donde cabe desde el vino a la cebolla o el calabacín, en vez de agasajarles con un buen arroz de marisco. Además, le pide a su mujer que presente la idea para que sea ella quien ponga en riesgo su puesto. Al fin y al cabo, es una mujer y gana menos. Si sale mal, ella será sacrificada en la empresa. Si sale bien, le atribuirá a él el mérito y escalarán juntos.

Temas como la posición de la mujer en la pareja o en el mundo del trabajo, las relaciones personales o el feminismo empiezan a asomar en la historia de esta pareja que aún no se ha dado cuenta de que está en crisis. Pero entre la que saltarán chispas conforme se avive el fuego del guiso.

Mezclando lenguajes escénicos, invitando a trasgredir las convenciones y recetas aprendidas, Sala Russafa abre la temporada con esta comedia de corte contemporáneo, con una voz ácida en ocasiones, alocada en otras, trepidante y siempre divertida que pone de manifiesto las desigualdades que se dan en todos los ámbitos. Una experiencia gastro escénica que culmina en el hall del teatro, al acabar la función, cuando los espectadores pueden catar el ‘arroz con cosas’ cocinado durante la representación y compartir su opinión con los intérpretes (sin llegar a las manos).