Imagen de archivo de la Cordà de Paterna de 2019 | Fotoexpo

Un total de 353 tiradores y tiradoras, de los cuales 103 son mujeres, serán los protagonistas este domingo de «la millor Cordà del món» en la localidad valenciana de Paterna, en un espectáculo que contará con unos 70.000 cohetes.

Así, la calle Mayor volverá a revivir «uno de los momentos más emocionantes y singulares» de las Fiestas Mayores con este espectáculo de fuego, que cuenta con más de 200 años de historia y está reconocido como Fiesta de Interés Turístico Nacional, según ha indicado el Ayuntamiento en un comunicado.

El cielo de Paterna se iluminará con el disparo de alrededor de 70.000 cohetes en apenas 20 minutos, lo que equivale a unos 1.000 kilos de pólvora, que «harán vibrar a la Ciutat del Foc». Como es tradición, la cita tendrá lugar el último domingo de agosto, este año el día 31, a la 1.30 horas de la madrugada.

Un disparo que estará marcado por las emociones, la adrenalina y la belleza del fuego con un espectáculo coordinado y sincronizado que siempre deja boquiabierto al público, y que el año pasado duró 21 minutos y 28 segundos. 

Bajo un «riguroso» protocolo de seguridad, que se refuerza e innova en cada edición, las personas tiradoras recorrerán los 150 metros de la calle Mayor, convertida en un recinto totalmente protegido con enrejado y cubriciones en fachadas y comercios. Allí se instalarán los 129 cajones con cohetes, coetons y femelletes, preparados «con minuciosidad» para el disparo.

La figura del tirador/a pasivo/a, consolidada en su segundo año, acompañará a las personas tiradoras activas, junto con las de seguridad y miembros del Consell Sectorial de la Cordà, lo que «garantiza la seguridad y el buen desarrollo de la Cordà». Además, todos los participantes estarán acreditados con su CRE y portarán el brazalete identificativo correspondiente.

Este espectáculo pirotécnico, que el consistorio califica como «único en el mundo», simboliza «una cultura y pasión por la pólvora que se transmite de generación en generación», a través de la Escoleta del Foc, donde los niños y niñas aprenden desde la infancia el arte de disparar con destreza y orgullo, «perpetuando así esta tradición que trasciende fronteras y atrae cada año a visitantes de dentro y fuera de España».