• Los descendientes de Sugrañes (autor de la corona), del alcalde Artal, de Orrico (orfebre de la “Aureola”)y del Coronel del “Lusitania”, reunidos con motivo del Centenario

Las imágenes en blanco y negro de la Coronación Canónica de la Virgen de los Desamparados en 1923, mostradas en exposiciones, libros, periódicos de la época e, incluso, en los arcos de la Catedral actualmente, muestran cómo se vivió en Valencia aquel acontecimiento. Son fotografías históricas pero para Carlota Sugrañes, Jorge Artal, Manuel Ruiz Orrico y Antonio Losada son también parte de sus álbumes familiares.

Ellos son descendientes de algunos de los protagonistas que vivieron en primera persona, como testigos directos, el acto de la Coronación en el Puente del Real de Valencia el 12 de mayo de 1923, en el que miles de valencianos arroparon a su Patrona.

Con motivo del Centenario de la Coronación y de la exposición ‘Salve, Reina del Cel i la Terra’ de la Fundación Bancaja -que fue clausurada el pasado 19 de marzo con gran éxito de visitantes-, estos cuatro protagonistas se reunieron para compartir y contar cómo vivieron sus abuelos y bisabuelos el día de la Coronación.

Carlota Sugrañes, bisnieta del autor de la corona: “Mi bisabuelo integró todas las joyas donadas sin despiezarlas, con mucho respeto”

La corona regalada por todos los valencianos a la Mare de Déu en 1923 fue fabricada en el taller (ya desaparecido) del orfebre José Sugrañes, en la calle de La Paz de Valencia. Su bisnieta, Isabel Carlota Sugrañes Oria, explica que el orfebre “integró todas las joyas donadas en la corona sin despiezarlas, con mucho respeto, porque así se lo pidieron las personas que las regalaron, lo que le da mucha valía al conjunto”.

Carlota asegura, emocionada, que su padre, Rafael, fallecido hace ocho años, estaría “orgulloso de ver este reconocimiento a la obra de su abuelo José y de su padre, que se llamaba Rafael, como él”. Y es que tras la desaparición de la corona en la Guerra Civil, los hijos de José Sugrañes, Rafael y Jesús, fueron los artífices de la réplica de la corona que se hizo en los años 40.

También sabe muchos detalles y anécdotas sobre la Coronación Isabel Oria, la madre de Carlota. Ella misma nos cuenta que su marido fue el nieto mayor y el único que conoció José Sugrañes en vida. “Tomó la comunión en el Camarín de la Virgen y acompañó varias veces a su padre, mi suegro don Rafael, a la Basílica a limpiar las joyas de la imagen de la Mare de Déu acompañados por un notario”, detalla.

La corona, según le contaron a Isabel, “estuvo expuesta durante los días previos a la Coronación en la vitrina de la joyería Sugrañes, en la calle de la Paz, donde había guardia montada a caballo para vigilarla”, subraya.

Además, Isabel cuidó muchos años a la “tía María”, hija mayor de José Sugrañes, con la que “hablaba durante horas y era amiga de la hija de Joaquín Sorolla”. Precisamente este año, además del centenario de la Coronación de la Virgen también se cumplen cien años del fallecimiento del pintor valenciano, amigo de Sugrañes. “Tenemos fotos de ellos juntos y cartas. En una, Sorolla le decía: ‘Pepe, qué ganas tengo de volver al Mediterráneo, a la Malvarrosa, la luz en París no es la misma que la nuestra”.

Jorge Artal, nieto del alcalde en mayo de 1923: “Mi abuelo entregó la corona al cardenal Reig y días después inauguró el Mestalla”

El 12 de mayo de 1923, el alcalde, Juan Artal Ortells, entregó la corona al cardenal Enrique Reig antes de la Coronación Canónica de la Mare de Déu. Días después, el 20 de mayo, Artal participó en la inauguración del estadio de Mestalla y fue el encargado de realizar el saque de honor del partido entre el Valencia CF y el Levante UD.

Nieto del conocido como “alcalde de la Coronación”, Jorge Artal comenta con orgullo estos dos logros de su abuelo como primer edil de Valencia, pero no fueron los únicos: “Sólo estuvo siete meses como alcalde, de febrero a septiembre de 1923, y durante su mandato también se inauguró la cárcel de mujeres y se realizó la acotación definitiva de los límites de la Albufera”, subraya.

Jorge heredó el oficio de la abogacía de su padre -José Luis, ya fallecido- y de su abuelo, de quien destaca se dedicó a la política “en un tiempo en el que los alcaldes no cobraban, con vocación de servicio, y en unos años convulsos políticamente”.

Como nota curiosa respecto a la Coronación Pontificia de 1923, comenta que “mi abuelo, que era monárquico liberal, contaba que recibió a los Reyes Alfonso XIII y Victoria Eugenia en la Estación del Norte, como reflejan fotografías de la época en las que se les ve en una calesa con caballos. Los acompañó durante los días que estuvieron en Valencia e incluso les pagó la estancia de su bolsillo”, señala.

“Cuando íbamos a la Virgen mi abuela siempre decía: ‘Lo de detrás de la cabeza lo hizo tu abuelo”, destaca el bisnieto de Manuel Orrico

La corona fabricada por Sugrañes no fue el único regalo que los valencianos hicieron a la Mare de Déu en 1923. Fueron tantas las donaciones que se encargó un nimbo -aureola o resplandor- como complemento. Lo hizo el orfebre Manuel Orrico Guzmán en su taller de Valencia ayudado por sus hijos. La pieza, con 900 quilates de oro, pesó 4 kilos e iluminó la imagen de la “Geperudeta” hasta su desaparición en 1936.

Uno de los bisnietos de Manuel Orrico, llamado Manuel Miguel Ruiz Orrico, recuerda cómo su abuela, Josefa Vila, le llevaba de pequeño a ver a la Virgen de los Desamparados y le decía: “Lo de detrás de la cabeza lo hizo tu abuelo”. Y es que el abuelo de Manuel fue Miguel Orrico Vidal, uno de los hijos que ayudó en la realización del nimbo.

“Mi abuelo murió en 1928, siendo muy joven, y mi abuela se quedó viuda con 25 años y dos niños pequeños, lo pasó muy mal. A pesar de todo, siempre recordó con cariño el día de la Coronación de 1923 que presenció con mi abuelo”, recuerda.

Tras el robo del nimbo en la Guerra Civil, el orfebre Rafael Torres realizó una copia conocida como la “Aureola de las Parroquias”, por ser una ofrenda de las 16 parroquias originales de Valencia a la Mare de Déu. En 1960 fue sustituida por el resplandor actual, que es una réplica del de 1923.

Antonio Losada: “Mi abuelo rindió honores ante la imagen de la Virgen en 1923 como Coronel del Regimiento Lusitania”

Antonio Losada Kuntz es nieto de Basilio Losada Pascual, que fue Coronel de Caballería del Regimiento Lusitania y que en 1923 “rindió honores ante la Virgen de los Desamparados en el acto de la Coronación Canónica”. Él no llegó a conocerlo y todo lo que sabe de aquel día se lo contó su padre, llamado también Basilio.

Antonio conserva un retrato de la reina Victoria Eugenia -también testigo de la Coronación Canónica- firmado por ella, a caballo y con uniforme militar, en un acto que presidió. Cabe recordar que en el “Lusitania” se integró el Regimiento de Cazadores de Victoria Eugenia, el único que tuvo a la Reina como Coronel Honorario.

Como máximo mando de la Caballería de las Fuerzas Armadas en aquellos años, el Coronel Losada, que además era valenciano, también participó en procesiones del Corpus y otros actos con el “Lusitania”. El regimiento, con sede en Valencia durante más de 90 años en sus más de tres siglos de historia, mantiene su vínculo en la actualidad y todos los años participa en la procesión de la Virgen el día de su fiesta.

📸  | Alberto Sáiz/AVAN