• Según los datos de su Informe, presentado por la entidad socio caritativa en la planta de reciclaje de residuo textil de “Koopera Moda re-” en Ribarroja
  • Moda re-, la empresa de inserción líder en la recogida y reciclaje de ropa usada en España, generó 1.400 puestos de trabajo, la mitad para personas en exclusión
  • Aurora Aranda, directora de Cáritas Valencia: “Es posible realizar una actividad económica sostenible donde la rentabilidad económica está al servicio de la rentabilidad social” 

Un total de 13.266 de las 53.536 personas participantes en el programa de empleo de Cáritas han accedido a un trabajo, según los datos de su Informe de Economía Solidaria 2023, presentado por la entidad sociocaritativa en Valencia, en la planta de reciclaje de residuo textil de Koopera Moda re-. 

Las personas en riesgo de exclusión tienen una tasa de paro siete veces superior al resto de la población activa. Con el objetivo de ayudar a reducir esta brecha, Cáritas acompañó el año pasado 68.065 personas en la búsqueda de trabajo, un 4,9% más que el año anterior. Una de cada cinco personas que participó en algunos de sus programas e itinerarios logró reinsertarse en el mercado laboral. 

A lo largo del año, 15.355 personas realizaron 1.131 acciones formativas que ayudan a reducir la “brecha” que supone que las personas en riesgo de exclusión tengan una tasa de paro siete veces superior al resto de la población activa, y es que tal y como refleja el informe “para conseguir una integración social plena no basta con cualquier empleo, es necesario que todas las personas puedan participar en el desarrollo económico, contando con unas condiciones de trabajo dignas. Para ello, es imprescindible la colaboración de todos, especialmente “de empresarios, sindicatos y políticos, para generar ese empleo digno y estable y contribuir con él al desarrollo de las personas y de la sociedad”.

En la última década, Cáritas ha logrado convertirse en una de las mayores promotoras de empresas de inserción de España. Actualmente, cuenta con 68 iniciativas de economía social y 265 líneas de negocio en diferentes sectores económicos con una facturación total de 85,8 millones de euros. Esas actividades están relacionadas con el reciclaje textil, la gestión ambiental y de residuos, limpieza, transporte y mensajería y restauración. Estos proyectos generan 3.141 puestos de trabajo, de los cuales 2.348 fueron ocupados por personas en situación de exclusión en 2023. 

“Como sociedad, cada recurso invertido en programas de capacitación profesional y de acceso al empleo conlleva un retorno en el medio y largo plazo tanto desde la dimensión social como desde el ámbito de económico. A través de estos programas, las personas ganan en autoestima, en reconocimiento social y en acceso a derechos, y además contribuyen de un modo activo al desarrollo económico común a través de su contribución en impuestos y en consumo”, apunta Ana Heras, coordinadora de Economía Solidaria de Cáritas Española.

Perfil de los participantes

El perfil de las personas que participaron a lo largo de 2023 en los distintos programas de empleo de Cáritas se mantuvo similar a años anteriores: la mayoría son mujeres (64%), de más de 45 años (39%), con estudios básicos (37%). Las personas procedentes de países no comunitarios fueron ligeramente superiores a las nacionales (56%).

“Detrás de ese perfil se dan multitud de situaciones aisladas o que se suman y que hay que ir superando para lograr el objetivo de inserción laboral. En muchas ocasiones nos encontramos con personas que carecen de competencias digitales, presentan dificultades de aprendizaje, escasa experiencia laboral o muchos problemas de conciliación familiar, además de graves carencias socioeconómicas, dificultades con el idioma y baja autoestima que lleva a la desmotivación”, señala Ana Heras. 

Moda re-: Reciclaje textil que cambia vidas

Moda -re es el buque insignia de la economía social, circular y solidaria de Cáritas. Se trata de una cooperativa de iniciativa social pionera en el tratamiento del residuo textil en el que se integran 44 Cáritas diocesanas de todo el país. Desde su creación en 2020, se ha convertido en el mayor operador en la recogida y reciclaje de ropa usada en España y uno de los principales de todo el sur de Europa: el 44% de todo el textil que se recoge en España. Es decir, 44.000 toneladas que van a parar a 8.038 contenedores.

“Esta iniciativa tiene un triple impacto social y medioambiental. Por un lado, creamos puestos de trabajo para los colectivos con los que trabaja Cáritas y que vienen derivados de los Servicios Sociales municipales. Por otro, conseguimos prolongar el ciclo de vida de esta clase de productos y aumentar su reciclado, evitando que termine en el vertedero o sean incinerados y, por último, dignificamos el proceso de entrega de ropa a las personas en exclusión”, explica Manuel León, gerente de Moda re-. 

Tras un proceso complejo, de revisión, clasificación e higienización, la ropa que se encuentra en buen estado se reutiliza a través de su venta en las más de 141 tiendas de Moda re- y de distintos corners ubicados en grandes superficies en todo el país. “Una de los valores de Moda re- es su capilaridad, ya que nuestros puntos de venta están en más de 100 ciudades españolas. Cada vez que creamos una tienda generamos empleo local de la mano de la Cáritas local, además de dar una oportunidad de acceso al consumo de ropa de segunda mano en lugares donde todavía sigue siendo un estigma para muchas personas”, indica.  

Así, de la gestión de la ropa de segunda mano en la diócesis de Valencia se ocupan dos empresas de inserción: Koopera Mediterránea -con sede en Ribarroja de Túria- se encarga de la clasificación textil, y @rropa Valencia -con sede en Quart de Poblet- de la recogida a través de una red de contenedores y gestión de puntos de venta, actualmente conformado por cinco tiendas en la ciudad de Valencia y una en Alcoi denominadas Koopera Store Moda -re.

Tal y como recuerda León, las tiendas son, hoy en día, la conversión moderna de los tradicionales roperos parroquiales. Pero con una doble función muy importante, de un lado dando la oportunidad de ser empresas de inserción y por otro lado de “dignificar” la entrega de esa ropa que anteriormente se ofrecía en las parroquias. “Una marca de fábrica de nuestras tiendas es que permite dignificar la entrega de ropa. Ya no se trata de preparar un lote, sino de que la persona pueda ejercer como ciudadano y escoja la ropa que necesita y   que pueda hacerlo en un espacio totalmente normalizado como son nuestras tiendas”. 

Pero no solo dan una segunda oportunidad a las prendas sino también a las personas que se encargan de su manipulación y posterior venta.

Porque detrás de cada puesto de trabajo “hay personas”, tal y como apuntó Aurora Aranda, directora de Cáritas Valencia. “No trabajamos con estadísticas, trabajamos acompañando a personas a través de proyectos». De esta manera es posible adecuar el perfil del candidato a su puesto de trabajo: aptitud, conocimientos, competencias…cuyo seguimiento se lleva desde la propia Cáritas.»A través de la empresa de inserción que tiene Cáritas Diocesana de Valencia, concretamente nuestra empresa @rropa, en colaboración con Koopera y bajo el paraguas de Moda -re, trabajamos con un modelo de empresa al servicio de las personas, que pone a las personas en el centro y donde realmente estas empresas son una iniciativa de economía social y solidaria. Este es el mejor testimonio para mostrar que es posible realizar una actividad económica sostenible donde la rentabilidad económica está al servicio de la rentabilidad social”.

Buena prueba de ello son, entre otros, Tarik, Mayerlin, Geraldine, María Georgina, Dawda, Karla, Ibrahim, Nataliya, Yulieth o Yuliia., trabajadores de la planta de Koopera en Riba-roja del Túria, en @rropa o en las tiendas Koopera Store Moda -re.

Integrada en el equipo de calidad, Georgina clasifica la la ropa según su composición con una tecnología que clasifica automáticamente grandes volúmenes de prendas y productos terminados por composición de fibra. “Se pone una prenda encima del sensor y en la pantalla nos aparece la composición de la prenda, si es por ejemplo 100 por 100 algodón, sintética o mezcla, una información que nos facilita el reciclado de toda esta ropa que no es posible reutilizar pero que si puede seguir sirviendo por ejemplo para la fabricación de hilo”. Georgina hizo un proceso de inserción de tres años en la planta de Moda re- en Riba-roja del Túria dentro del equipo de clasificación y, después de adquirir las competencias necesarias se insertó en la empresa ordinaria. Tras un tiempo en esa empresa se presentó a una oferta de promoción interna que salió en la planta de Moda re- y lo ganó. 

Dawda tiene 22 años y lleva un año en @rropa. En ese tiempo se ha sacado el carné de carretillero y está en proceso de conseguir también el de conducir y aprobar la ESO. Quiere ser informático. “Desde que llegué en plena pandemia desde Gambia a Canarias, Cáritas nunca me ha abandonado, estoy muy agradecido porque me han ayudado en todo. Mi trabajo ahora consiste en ir por los pueblos de Valencia para recoger la ropa y llevarla a la planta de clasificación, al almacén de @rropa que es la empresa para la que trabajamos o de su traslado para la reposición en tienda. Llevo más de 2 años en los que me he formado y he aprendido español”.

Tarik es marroquí. A sus 62 años pensaba que la vida ya no tenía nada bueno para él. Llegó a la planta de Moda re- derivado del Programa de Personas Sin Hogar de Cáritas de Valencia y ya lleva un año trabajando en el equipo de clasificación manual y Actualmente está cursando varias formaciones orientadas a su objetivo profesional, un curso de Atención a Personas Dependientes y otro de Trading.”Ahora estoy estudiando para poder acceder al mercado laboral porque quiero atender y acompañar a personas con diversidad funcional y atención domiciliaria”.

 


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