• Es el sexto terremoto que asiste Mª José Rodríguez, de forma voluntaria, apoyada en la fe, labor que hace “desde el corazón sin esperar nada a cambio”

La enfermera valenciana Mª José Rodríguez, que forma parte del equipo de la ONG Intervención, Ayuda y Emergencia, desplazado a Turquía, especializado en el rescate de emergencia en catástrofes, está participando en las labores de ayuda y acompañamiento a los afectados por los terremotos, una labor que realiza de forma voluntaria, apoyada en la fe, y “desde el corazón sin esperar nada a cambio”.

Mª José Rodríguez es rescatadora en emergencias y enfermera en el Hospital La Fe de Valencia e integra el grupo de 12 voluntarios valencianos de esta ONG- entre los que hay bomberos y sanitarios- que no dudaron en desplazarse a Turquía nada más conocer la noticia. Para realizar su labor cuentan además con dos perros adiestrados en la búsqueda de personas con vida bajo los escombros.

Según explica emocionada, una de las personas que han podido rescatar con vida “es un joven de 26 años que estaba atrapado, su pie estaba en un muro de carga, no podían sacarlo, los compañeros no tenían herramientas adecuadas, hasta que nos llamaron- estaba consciente, tenía mucho frío, llevaba dos días”.

En la madrugada del pasado 5 de febrero la tierra tembló en Turquía y Siria. Varios terremotos afectaron a ambos países, entre ellos uno de 7,8 en la escala de Richter. A este se unió horas después un segundo terremoto de 7,5 en el sureste turco. El seísmo redujo a escombros miles de edificios y ha dejado miles de víctimas mortales en ambos países, que no dejan de aumentar a medida que pasan los días. Además, en el caso de Siria se une al drama que ya vivía el país por la guerra.

Así, la ONG IAE (Intervención, Ayuda y Emergencia), con sede en Algemesí, nada más conocer la noticia, empezó a buscar la manera de poder viajar a Turquía. Introdujeron sus datos en la plataforma de Naciones Unidas para ofrecer ayuda. Tras obtener la autorización, el equipo viajó a Estambul, y de allí a Adana, desde donde se desplazaron a Adiyaman, una de las ciudades más afectadas, donde están realizando actualmente su trabajo.

En su equipaje llevaron además 700 kilos de material de rescate, y todo lo necesario para poder permanecer en el país una semana.

“Creo que ésta es mi misión”, asegura

“Cuando nos enteramos del terremoto no dudamos en ponernos en marcha. Nosotros nos preparamos para este tipo de catástrofes. De hecho, entrenamos durante todo el año dos día a la semana y cada mes hacemos un entrenamiento especial en una área grande o un simulacro”, asegura. “Es importante responder con rapidez, cuanto antes nos pongamos más posibilidad de encontrar supervivientes”, explica.

Aunque la situación es difícil, con una climatología adversa, y el tiempo pasa rápido, María José no pierde la esperanza de encontrar supervivientes. “La esperanza nunca hay que perderla”, señala. Para ella no es el primer terremoto en el que ayuda, puesto que ha estado en seis de los doce en los que ha intervenido IAE desde su fundación hace 25 años.

“Sabemos que hay riesgo, pero siento la necesidad de ayudar. Yo hago lo que me gustaría que hiciesen conmigo”, detalla la enfermera, que también destaca la importancia de la vivencia de la fe. “Creo que la misión que tengo para ayudar a las personas es esta, lo hago desde el corazón sin esperar nada a cambio”, añade.

Además de ofrecer la ayuda en el rescate con los perros también tienen una tarea de acompañar a los supervivientes. “Cuando montamos la puesta sanitaria hay gente que no le ha pasado nada, no tiene ningún rasguño, lo único que quiere es que hables con ella, le des la mano, le mires a los ojos, quieren comprensión y nada más”, añade. Horas antes de ponerse con el rescate no pierde la esperanza y recuerda cómo compañeros suyos en otros terremotos encontraron vida en medio de tanta desolación.

📸 | Imagen de archivo, en la que aparece la voluntaria valenciana (segunda por la derecha) |