- León XIV lo ha canonizado en una plaza de San Pedro repleta de peregrinos
Al filo de las 10:22, el Papa León XIV pronunció por primera vez en su Pontificado la declaración oficial con la que la Iglesia católica reconoce solemnemente santa a una persona. Ante al menos 70.000 católicos presentes en la plaza, y cientos de miles de personas que han seguido la ceremonia por televisión en todo el mundo, ha canonizado a Carlo Acutis, fallecido a los 15 años en 2006, y a Pier Giorgio Frassati, fallecido a los 24 en 1925. En primera fila, en el Vaticano, han aplaudido emocionados los padres y los dos hermanos de Acutis, y la sobrina nieta de Frassati, una italo polaca de 96 años.
La ceremonia en la plaza de San Pedro ha comenzado muy temprano para decenas de miles de personas, que desde las 6:30 de la mañana hacían fila para entrar. Mientras tomaban asiento, si miraban hacia la fachada, podrían ver los gigantes tapices con el rostro de los dos nuevos santos que colgaban de los balcones de la basílica, casi somo si fueran parte del retablo de una gran catedral.
En el retrato Acutis la imagen oficial de la canonización, en vez de la tradicional aureola en torno a la cabeza el Vaticano ha incluido un poco de resplandor. Viste con polo rojo con el cuello azul levantado, va despeinado y lleva una mochila blanca y negra. El retrato de Frassati es en blanco y negro y en él va vestido de traje.
Nada más comenzar la ceremonia, el cardenal Marcello Semeraro, como prefecto del Dicasterio para las Causas de los Santos, que es el tribunal que ha juzgado la vida de los candidatos a los altares, ha leído al Papa una breve biografía de los nuevos santos y ha solicitado formalmente que proceda a la canonización.
«Carlo Acutis es el primer santo milenial», le ha presentado. «Era un adolescente de buen corazón, alegre y amable. No escondía ni su fe ni su cariño por Jesús. Se preocupaba de ayudar a algunos compañeros de clase con problemas», ha destacado. De sus últimos días ha asegurado que ofreció las dificultades que acarreaba la enfermedad «por el Papa, por el bien de la Iglesia y para ir al Cielo». De Pier Giorgio Frassati ha destacado que «se implicó en la política en tiempo de fuertes tensiones sociales, defendiendo la libertad de pensamiento y de expresión».
Después de haberle escuchado, como prevé el rito, se ha entonado la letanía de los santos para invocar su ayuda antes de dar el paso definitivo. A continuación, el Papa ha pronunciado la fórmula y una vez declarados santos, han sido incensadas sus reliquias. En el caso de Carlo Acutis se trata de un fragmento de su corazón, el pericardio, la membrana que lo recubre; es la misma reliquia que se utilizó en su beatificación y que ha peregrinado a muchos países, y evoca el afecto del nuevo santo por sus amigos y por la Eucaristía. En el caso de Frassati se trata de un fragmento de lana de un jersey que utilizaba para sus excursiones.
Después de haberle escuchado, como prevé el rito, se ha entonado la letanía de los santos para invocar su ayuda antes de dar el paso definitivo. A continuación, el Papa ha pronunciado la fórmula y una vez declarados santos, han sido incensadas sus reliquias. En el caso de Carlo Acutis se trata de un fragmento de su corazón, el pericardio, la membrana que lo recubre; es la misma reliquia que se utilizó en su beatificación y que ha peregrinado a muchos países, y evoca el afecto del nuevo santo por sus amigos y por la Eucaristía. En el caso de Frassati se trata de un fragmento de lana de un jersey que utilizaba para sus excursiones.
San Carlo Acutis: «La Eucaristía es mi camino al Cielo»
Nació en Londres el 3 de mayo de 1991 donde vivían por el trabajo de su padre y luego se trasladaron a Milán y después de hacer la Comunión a los 7 años comenzó a dedicarse a la Iglesia. Fue famosa su frase: “La Eucaristía es mi camino al Cielo”.
Trabajando con un estudiante de ingeniería informática en la página de la parroquia, aprendió a diseñar y crear páginas web y se apasionó tanto por esta actividad que en el verano de 2006 creó la página web de un proyecto de voluntariado en su colegio y colaboró en la página de la Academia Pontificia Cultorum Martyrum, a la que pertenecía su madre. Con su ordenador, también creó un plan para rezar el Rosario.
“Carlo era un adolescente bondadoso, alegre y jovial. No ocultaba su fe ni su amor por Jesús. Estaba deseoso de ayudar a sus compañeros necesitados, y en el barrio donde vivía, ayudaba a los pobres que mendigaban con su amistad y parte de su paga. Decía: Estar siempre unido a Jesús, este es mi plan de vida”, recordó Smeraro.
Pasando parte de sus vacaciones de verano en Asís (Perugia), se sintió muy cercano a san Francisco por el respeto por la Creación, la búsqueda de la paz y la entrega a los más necesitados.
En octubre de 2006, le diagnosticaron una forma agresiva de leucemia. En cuestión de días, su salud empeoró y a los 15 años y 5 meses, el 12 de octubre de 2006, falleció. Su cuerpo se ha conservado en la Iglesia de la Spogliazione, en Asís, donde se exhibe para la veneración de numerosos fieles de todo el mundo.

Fue beatificado el 10 octubre de 2020 en la basílica de San Francisco de Asís y el 23 de mayo se conoció que el papa había firmado el decreto para su canonización.
La Congregación para las Causas de los Santos reconoció como “milagro” necesario para su beatificación la curación, considerada inexplicable por algunos expertos, ocurrida el 12 de octubre de 2013 en Campo Grande en Brasil, donde vivía un niño sudamericano nacido en 2010 con una malformación congénita del páncreas.
El segundo “milagro” para su canonización está relacionado con una mujer de Costa Rica, que en julio de 2022 peregrinó a la tumba de Acutis, en Asís, para rezar por la curación de su hija, que había sufrido un grave traumatismo craneal tras caerse de su bicicleta.
Una joven estudiante de Florencia, Valeria, sufrió un traumatismo craneoencefálico y los médicos le dieron muy pocas posibilidades de sobrevivir. Su madre Liliana peregrinó hasta la tumba de Carlo para orar por su ayuda y ese mismo día, su hija comenzó a respirar por sí sola.
