No es la primera vez que se suspende la Procesión Cívica, la primera fue en 1953 y la última en 2020.
El aviso naranja para el jueves 9 d´Octubre obliga a suspender la Procesión Cívica y otros actos multitudinarios por el aviso de lluvias intensas. No es la primera vez que se ha tomado esta medida pero para encontrar un precedente hay que mirar 70 años atrás.
A lo largo de la historia se remonta a los años cuarenta del siglo pasado y se ha tenido que suspender por la lluvia en cuatro ocasiones (cinco si acaba sucediendo este jueves). La primera vez fue en 1953 que por la meteorología no se celebró.
En 1962, 1966 y 1969 la lluvia volvió a ser la causante de la suspensión. Desde entonces no se ha vuelto a suspender por las inclemencias del tiempo.
Durante el siglo XX en 30 años no se celebraron actos (ni la procesión), y las causas fueron diversas. En siete ocasiones se suspendieron por guerra, disturbios o revoluciones. También se suspendió por el luto de la muerte de Pío XII en 1958. En 7 ocasiones durante el siglo pasado se rindió homenaje el Rey Jaime I sin la Senyera y en otras 63 la Senyera estaba presente y en 43 años se cantó el Te Deum en la Catedral.
Durante el siglo XX en quince ocasiones no se cantó el Te Deum. Fue entre los años 1943 y 1946 y entre 1979 y 1990, salvo en 1988 cuando estuvieron los Reyes de España presentes.
El homenaje al Rey Jaime I en el Parterre se celebra desde 1922 pero sin la Senyera, En 1928 se guarda la Senyera clásica y se hace una nueva, restaurada en los años 1994 y 2008.
Tras la Guerra Civil, la Senyera volvió a salir para ir al Parterre en 1943 y comenzó a ir a la Catedral para el rezo del Te Deum en 1947. La Real Senyera ha visitado Les Corts en 1995 y 1997 y también visitó el Palau de la Generalitat entre 1995 y 2005 y desde 2010 es expuesta al público en el Salón de Cristal cada 8 de octubre. Durante el resto del año puede ser visitada en el Museo Histórico del Ayuntamiento de Valencia.
En la década de los 80, Pedro Calderón, jefe de la Policía Local de Valencia entre 1986 y 1997, impulsó la construcción de una «Senyera-móvil», un vehículo que pueda transportar la Real Senyera en la Procesión Cívica protegiéndola de las inclemencias meteorológicas.
La última vez, que la Real Senyera tuvo que quedarse sin salir a la calle, fue el 9 de Octubre de 2020, por la pandemia mundial de la Covid-19. Ese año, la Senyera pudo ser visitada en dos jornadas (8 y 9 de octubre) en el Salón de Cristal.
¿Por qué la Real Senyera no se inclina ante nadie?
Nos tenemos que remontar hasta el siglo XII, con Petronila de Aragón, Reina de Aragón y al casarse con Ramón de Berenguer IV también Condesa de Barcelona, de quien heredamos las cuatro cuatro barras rojas.
No fue hasta el 28 de septiembre de 1238 cuando la bandera formada por cuatro barras rojas sobre un fondo dorado apareció por primera vez en la capital del Turia. Ondeó en la torre de Ali-Bufat por los musulmanes en señal de rendición, copiando el estandarte que se utilizó en la batalla del Puig meses atrás donde el Rey D. Jaime I fue herido.
La Senyera tricolor llegó a València el 12 de marzo de 1348, fecha en la cual Pedro IV concedió en el municipio de Burriana añadir a su bandera el azul. Este color representaba en los antiguos reyes de Aragón la victoria. 101 años más tarde la bandera se quedó anticuada por lo cual fue sustituida por una nueva pero esta vez con corona.
Durante el siglo XIX, coincidiendo con el auge económico de la Ciudad de València la Senyera coronada se populariza desde Burriana hasta Dénia, hasta que poco antes del siglo XX, el valencianismo político la reivindicó como símbolo del País Valenciano, no solo de la Ciudad de València.
La Real Senyera tiene cuatro palos de gules (líneas rojas) sobre un fondo amarillo (campo d´oro) representando su vinculación a la antigua Corona de Aragón, y una franja perpendicular en azul, que orla una corona real. Se culmina el mástil con un Murciélago con las alas desplegadas.
Hay que destacar que la Real Senyera es la única bandera del mundo con el rango de «Real» de hecho se le rinden honores militares con 21 salvas de cañerías, como cualquier monarca. Además el Rey Pedro II El Ceremonioso creó un protocolo y ceremonial muy especial a la Real Senyera que consta con tres puntos. Que no haga ninguna reverencia, ni que se incline ante ninguna persona; que no salga nunca por la puerta sino que sea bajada verticalmente por el balcón del Ayuntamiento y que su custodia se encarge el Maestro Regional.