El Arzobispo de Valencia, Mons. Enrique Benavent, ha presidido en la festividad litúrgica de la Asunción de la Virgen, la bendición y reapertura de la Iglesia de Nuestra Señora de la Asunción de Utiel, construida en el siglo XVI, tras un largo proceso de restauración y adecuación de más de una década. Junto al Arzobispo de Valencia ha concelebrado el hasta ahora párroco Agustín Alcayde.

La rehabilitación se ha desarrollado en tres fases, de hecho el templo permaneció cerrado al culto durante doce años. Desde la parroquia agradecen la colaboración y ayuda recibida del Estado, de fondos europeos, del Arzobispado y de los propios feligreses para poder completar la adecuación del edificio con el fin de reabrir el templo.

Un templo de extraordinarias dimensiones

La iglesia de Nuestra Señora de la Asunción, del siglo XVI -gótico meridional o mediterráneo tardío- tiene “proporciones catedralicias”, ya que su anchura es igual a la de la Catedral de Valencia. Su característica más singular es su bóveda principal de siete nervios, que se eleva a una altura de 23 metros, es de crucería y presenta diversos elementos propios del gótico tardío, como las nervaduras torsas que tienen su arranque en pilares de idéntica traza adosados a los contrafuertes.

Entre la descripción de los trabajos se explica que se han fortalecido los cimientos; la renovación  del tejado; la restauración y refuerzo de la bóveda de la nave central y de las capillas laterales; la consolidación de las fábricas y cimientos del campanario antiguo -donde se encontró parte de una capilla antigua- y se han restaurado los capiteles. En la tercera fase de la restauración se procedió a la excavación arqueológica en distintas zonas como el presbiterio, las capillas laterales y el bajo coro. Igualmente, se restauró el coro, procediendo al cerramiento para la contemplación del monumento en horas fuera de culto, así como la instalación de paneles explicativos de la historia de la iglesia y de las obras de restauración. 

El pasado mes de julio, Agustín Alcayde fue nombrado por el Arzobispo párroco de Nuestra Señora de la Asunción de Alboraya.