• ¿Por qué este año no habrá claveles blancos en la Ofrenda? Te lo contamos

Estamos a poco más de nueve días para el acto más esperado y emotivo de las Fallas, como es la Ofrenda de flores a la Mare de Déu dels Desamparats y más este año por la celebración del Centenario de la Coronación de la Virgen.

Todos los años hemos visto como vestían a la patrona con claveles blancos, pero este año, la Mare de Déu no tendrá claveles blancos. La producción de estos claveles este año está pasando factura, por los altos precios, el cambio climático o la reducción de la producción.

La Ofrenda de este año será diferente a la de años anteriores por un detalle que afecta a los ramos. El Gremi de Floristes ha informado a Junta Central Fallera que, ante la imposibilidad de obtener claveles blancos para los ramos de la Ofrenda a la Mare de Déu del 17 y 18 de marzo, se permite incluir margaritas blancas en su sustitución. Esta decisión se ha adoptado después de que JCF haya tenido una reunión con los vestidores de la Virgen, con el fin de solventar el problema de la composición de los ramos.

Pero, ¿por qué no hay clavel blanco este año? La razón en primer lugar es el cambio climático. «El frío ha retrasado la floración de los claveles y se tenían que haber empezado ya a cortar y no es posible porque todavía están cerrados», explica Luis Lluesma, presidente del Gremio de Floristas de la Comunitat Valenciana.

En segundo lugar Los motivos económicos también están en el trasfondo del problema con el que se han encontrado las fallas. «Los productores ya no plantan tanta cantidad para no arriesgar capital y otros muchos después de la pandemia cerraron», cuentan, antes de añadir que también influyen los precios.

La producción mundial del clavel rojo es del 60% o del 70%, y el blanco entre el 25% y 30%, aunque este año «muchos productores han bajado la producción en general y en particular del blanco».

El clavel necesita frío para cogerse fuerte a la tierra y luego calor para que se abra. Este año ha pasado todo lo contrario: en otoño e invierno ha hecho calor o temperaturas demasiado suave y la ola de frío que acabamos de pasar. Esto, sumado a una producción menos debido a los costes, ha menguado la cantidad final generada.